#24: Una bocanada de aire fresco
El dulce aroma del aire fresco: no hay nada que se le parezca, sobre todo cuando se trata de tu hogar. Claro, es tentador cerrar las ventanas y encender el aire acondicionado, pero eso puede generar mucho olor a humedad. Y seamos honestos, nadie quiere vivir en una casa con olor a moho. A menos que seas Drácula.
Así que, si quieres darle una bocanada de aire fresco (literalmente) a tu casa, es hora de que aproveches el poder de la ventilación. Abrir una o dos ventanas puede hacer maravillas por la calidad del aire y la frescura general de tu hogar. Además, es una forma natural y económica de mejorar el interior. Así que la próxima vez que huelas humedad, no recurras al aromatizante, abre la ventana y deja que el aire fresco haga su magia.