#4: El famoso hilo dental
Ahora que ya nos hemos quitado la incomodidad de encima, es hora de hablar de la tarea de higiene favorita de todos: el hilo dental. Sé que no es la parte más emocionante de tu rutina dental, pero créeme, es crucial para mantener esos blancos perlados en forma. El cepillado por sí solo no basta para prevenir las caries y las enfermedades de las encías y, según los higienistas dentales, el 90% de las personas no utiliza el hilo dental correctamente (o no lo utiliza en absoluto).
Así que, si no estás seguro de hacerlo bien, pídele a tu dentista que te enseñe cómo hacerlo. Al principio puede parecer una molestia, pero una vez que te acostumbres, te convertirás en un profesional del hilo dental en un abrir y cerrar de ojos. Y piensa en todo el dinero que ahorrarás en facturas dentales si previenes las caries y las enfermedades de las encías. Así que hagamos un pacto para usar el hilo dental y mantener esos dientes sanos y felices.