#40: Pero primero, toma un caramelo de menta
Como amante del café que soy, tengo un pequeño pedido para ustedes: por favor, empiecen a llevar caramelos de menta consigo. Seamos honestos: no hay nada peor que intentar mantener una conversación con alguien que ha estado engullendo una taza de café tras otra, solo para ser golpeado por ese hedor a café rancio.
Además, ¿sabías que el aliento a café puede permanecer durante horas, incluso después de lavarte los dientes? ¡No estamos diciendo que dejes de tomar café! Pero si eres de los que suelen tener aliento a café, acuérdate de llevar unos caramelos de menta o un chicle en el bolsillo. Tus amigos, compañeros de trabajo y cualquiera que tenga que oler tu aliento te lo agradecerá.