#24: Cuellos ocultos
Los búhos son conocidos por su aspecto característico, ya que cuentan con cabezas grandes y cuellos aparentemente cortos. Sin embargo, bajo sus plumas esponjosas y bien camufladas se esconde un secreto sorprendente: los búhos en realidad poseen cuellos increíblemente largos. Estos cuellos alargados les proporcionan una sorprendente amplitud de movimiento, permitiéndoles girar la cabeza hasta 270 grados, gracias a adaptaciones especializadas en su estructura esquelética y vasos sanguíneos.
Sabíamos que los búhos tenían una extraordinaria flexibilidad en el cuello, pero nunca supimos cómo era posible. Esta característica les ayuda a localizar a sus presas, ya que su visión fija les obliga a girar la cabeza con precisión. Así que, aunque parezca que los búhos carecen de cuello, la longitud oculta de este es un elemento crucial para cazar, lo que les permite prosperar como hábiles depredadores nocturnos en el reino animal.