No todo es una emergencia
“Emergencia” debe asociarse siempre a la posible pérdida de la vida, de una extremidad o de la vista, no a meras molestias o afecciones crónicas. Acudir a la sala de urgencias por problemas no urgentes, como un dolor de garganta, puede acarrear costos considerables y sobrecargar los recursos destinados a casos críticos, por no hablar de la pérdida de tiempo que supone para todos los implicados.
Los centros de atención de guardia son más adecuados para estas situaciones, ya que ofrecen soluciones más rentables y eficientes. Destinar las urgencias a emergencias reales garantiza que las personas en peligro de muerte reciban la atención oportuna que necesitan con urgencia, al tiempo que ayuda a gestionar los costos y recursos sanitarios de forma más eficaz para todos.