#5: Volar en primera clase
Este truco es arriesgado, pero puede funcionar si tienes la dosis adecuada de confianza, arrogancia y suerte. Una fuente anónima sugirió una forma ingeniosa pero arriesgada de conseguir un asiento de primera clase en tu próximo vuelo. Así que, lo que tienes que hacer es esperar a ser el último en sentarte en tu vuelo. Corre a la terminal y sube al avión, mostrándote nervioso y sin aliento.
Una vez a bordo, toma asiento en cualquier asiento libre de primera clase que encuentres. La gente asumirá que simplemente ibas con prisa por el retraso de un vuelo de conexión. Por supuesto, los tripulantes de cabina pueden llamarte y obligarte a hacer un paseo de la vergüenza por el pasillo hasta tu asiento real. Sin embargo, vale la pena correr el riesgo de recibir un trato de primera clase y champán gratis. ¡Solo se vive una vez!