#25: Rellenos gratuitos
¿Alguna vez te ha pasado que vas conduciendo o haciendo mandados, y te entra un repentino e intenso antojo de tomar una gaseosa? Si te ocurre esto, prueba este truco. Compra una gaseosa en McDonald’s o en cualquier otro restaurante de comida rápida y guarda el vaso vacío en el coche. De este modo, solo tienes que pasar por allí y rellenar el vaso cada vez que quieras.
¿Esto es antihigiénico y un poco asqueroso? Para la mayoría, sí. Pero si estás dispuesto a arriesgarte a tener un poco de bacterias con tu gaseosa, mejor para ti. A veces, las ganas de tomar una gaseosa son demasiado fuertes. Suponemos que este truco funciona hasta que el vaso de papel queda demasiado empapado y pegajoso. Es entonces cuando toca comprar una nueva gaseosa y empezar de nuevo el proceso.