#25: Identidad numérica
En un guiño divertido a su herencia, Nissan suele adornar sus coches de carreras y sus anuncios con el número 23, una referencia inteligente que dice mucho en un simple código numérico. En japonés, “ni” se traduce como dos, y “san” significa tres, y juntos forman el nombre de la marca. Este juego de palabras numéricas no es solo un guiño cultural; es un golpe maestro de branding, que une el lenguaje con el márketing de forma inteligente e inolvidable.
El número se convierte en un símbolo, un guiño sutil pero impactante a las raíces japonesas de Nissan, que sirve como embajador de alta velocidad de la identidad de la marca en los circuitos y en la mente de los consumidores de todo el mundo. Es un ejemplo perfecto de cómo una marca puede acelerar sus motores en el mercado mundial respetando el idioma de su país de origen.