#6: Odie, la pitón bola de plátano y canela
Di lo que quieras, pero tener una pitón como mascota puede ser toda una experiencia. En primer lugar, tendrás que despejar algo de espacio en tu casa para esta escurridiza nueva incorporación. Pero no te preocupes: tu pitón no te juzgará por esa pila de ropa sucia que has estado evitando. Estará feliz de acurrucarse en algún lugar cálido y acogedor. Y hablando de acogedor, olvídate de comprar una cama de mascotas para tu pitón. Estará encantada de acurrucarse con tu almohadilla eléctrica.
En cuanto a la alimentación, digamos que, si tienes ratones o ratas rondando por ahí, es posible que quieras empezar a buscar un nuevo lugar al que llamar hogar. Pero bueno, lo positivo es no tendrás que preocuparte de ningún huésped indeseado. Y, a la hora de jugar, no te molestes en darle juguetes: tu pitón se conformará con deslizarse y explorar su nuevo entorno. Eso sí, ten cuidado de no confundirla con una bufanda cuando te dispongas a salir por la puerta.