Omite el raspado
Amamos Janucá. La comida es deliciosa (¡donas!) y las luces son increíblemente hermosas. Es un gran momento para reflexionar. El encendido de la menorá cada noche es un motivo para que la familia y los amigos se reúnan. Las llamas son hipnotizantes y simbólicas. Solo hay una cosa: todas esas velas pueden dejar un desastre después de ocho noches.
Quitar la cera de las velas no es la peor tarea del mundo, pero sí es tediosa. Puedes raspar eternamente y avanzar muy poco. Entonces, ¿por qué perder el tiempo si hay una forma más sencilla de hacerlo? Lo primero que debes hacer es prender el horno a temperatura baja. Forra una bandeja para hornearla con papel para horno y coloca la menorá de lado en la bandeja. ¡Ponla en el horno por un rato y, al sacarla, la menorá estará limpia!